Conectando con lo esencial

Llevo tiempo ausente del blog y es que tener tiempo para hacerlo a veces no es tan fácil como me gustaría, ¿o sí? y ¿la que no lo prioriza soy yo?.

De eso quiero hablar en este post, de la facilidad con la que a veces posponemos lo prioritario y nos enfocamos en aspectos de la vida que no son tan importantes para nosotros. ¿De qué hablo? De esos días, semanas o meses, en los que nos desconectamos. 

Como si nuestras necesidades emocionales se trasmitieran por un cable que nos empeñamos en desenchufar porque: no tengo tiempo, ya lo hago mañana, me da pereza, evitar un conflicto, me da miedo hacerlo mal... Y como las excusas son tantas, lo desenchufamos, que así nos parece que no va a llegarnos la factura a final de mes. Pero, como con la factura de la electricidad, llega, ya lo creo que llega. Llega la factura en forma de sensación de malestar, de tristeza, de enfado, de susceptibilidad, de agotamiento, de dolor. Algo marcha mal pero no tengo ni idea de porqué. 

Y cuándo la pregunta ¿Por qué? aparece, nuestra mente empieza a buscar en el pasado las causas de esa falta de energía, de esa sensación de vacío, la causa de esa desconexión. Los análisis son positivos pero a veces creemos que el pensar y analizar acerca de los problemas que tenemos es la llave que abrirá la puerta de esa habitación en la que está la solución y sin embargo sin CONECTARNOS, sin acción en el PRESENTE, difícilmente esos análisis nos ayudarán  a generar el CAMBIO que deseamos suceda.

No hay soluciones mágicas, pero quizá uno de los problemas resida en que pretendemos sentirnos bien, sin encargamos de ello, algo así como que el flexo funcione sin conectar el cable a la red eléctrica. Necesitamos CONECTARNOS de nuevo, entrar en contacto, con nuestras necesidades emocionales, con el presente, con los otros que están aquí y ahora a nuestro lado.

Encargarnos del presente, hacer lo posible por cuidarnos, por garantizarnos cierto bienestar. Y para esto, no hay excusas, ni miedos, Hay prioridades ¿qué hacer? Recordárnoslas.

Recordar que cuándo expresamos lo que necesitamos en una relación, los límites están más claros y con mayor probabilidad funcionará mejor.

Recordar que parar cinco minutos puede darnos claridad para afrontar el día de otra manera, de hecho, a veces hay que parar para acelerar.

Recordar lo contentos que nos sentimos cuándo pasamos tiempo con los que queremos en lugar de dedicar tanto tiempo a actividades que aunque ocupen nuestro tiempo no llenan nuestra alma.

Hay que buscar tiempo para lo que necesitamos. CONECTATE con tus necesidades, CONECTATE contigo, CONECTATE CON LO IMPORTANTE.  


Carmen


Comentarios

Entradas populares