Celebra cada día

A 18 de Enero ya podemos decir dejar de decir Feliz año (no tengo muy claro cuanto tiempo debe decirse) y dar por concluidas las fiestas Navideñas. Días de celebraciones, de ilusión para algunos y de dificultades para otros. En fin, una época que no deja indiferente a casi nadie, parece que las emociones agradables o desagradables se sienten en esos días con una intensidad distinta. Yo no soy una excepción, por supuesto que no.
Y con tanta emoción y celebración, hoy quería compartir con vosotros esta pregunta: ¿Por qué creéis qué nos damos  más permiso para celebrar la vida en una época concreta del año? ¿Qué pasa con el resto de nuestros días? ¿Qué pasa con el resto de momentos?

Creo que cada día debería ser un motivo de celebración, cada día deberíamos encontrar aquello que celebrar, deberíamos ser capaces de valorar la vida, las pequeñas cosas tan maravillosas que ocurren y celebrarlas. Es difícil, lo sé, valorar el cierzo, la niebla o el frío que paso al cruzar el puente de Piedra cada mañana es difícil de valorar... y a veces ni lo valoro ni lo quiero, pero por eso no desaparece ni consigo que el cierzo se pare, ¿Ya nos gustaría eh?? Pero aquí en Zaragoza, pretender valorar solo aquellos días de invierno en los que no haya cierzo o niebla es cómo quitarte un.. ¿80% de posiblidades de ser feliz?.

En la vida hay más días normales, con situaciones normales, cotidianas, sencillas, que días explosivos cargados de grandes vaivenes de emociones, pese y a pesar de lo que parezca en instagram o en los anuncios de televisión, esto es así, lo cotidiano es lo que vivimos. De acuerdo, estás pensando: días cotidianos, rutinarios y aburridos Carmen, aburridos, y te contesto: Vale, aburridos pero ¿qué seríamos nosotros sin esa pequeñas y aburridas rutinas que nos ayudan a soportar la incertidumbre y a conseguir lo que queremos?. (Esto prometo explicarlo en otro post, ya que creo firmemente que los hábitos y las rutinas son necesarios para conseguir la vida esa vida que nos da satisfacción).  

Lo cotidiano tiene algo especial: es simple y sencillo. Sin embargo, son tantas las veces esperamos a que ocurra "algo" para ser felices, ocurra "algo" para disfrutar... y se nos pasan un montón de "algos" que no nos parecen suficientemente importantes, pero de verdad que lo son. Igual el cierzo no te parece un "algo" para ser valorado, pero el cutis que me deja y lo despierta que llego a la consulta es algo incuestionable :)

Por eso quiero compartir con vosotros uno de los aprendizajes que Frank Ostaseski me ha recordado en su libro Las cinco invitaciones: NO ESPERESNo esperes porque la muerte no espera, vive cada momento, sea agradable o no, vive. No te pierdas un momento por querer que llegue el siguiente. No esperes a actuar cuando algo de verdad importa. No te aferres a la esperanza de un pasado o un futuro mejor, vive el presente que es lo único que tienes.

No se trata de hacer lo que nos dé la gana y sumirnos en el hedonismo más absoluto.. (lo confieso a veces creo que quizás no sería mala opción..) ¡Pero no! No me creo esa manera de vivir, puede funcionar durante un tiempo pero tarde o temprano... más bien temprano que tarde, nos quedamos solos y nos encontramos con nosotros mismos, así que no, el no esperes no es hedónico, el no esperes es acepta, no niegues, asume, siente y conecta con lo que hay, porque quieras o no, es lo que hay.

Acepta que no todo puede ser cómo quieres, que tu vida es cómo es y que las posibilidades de que mejore por arte de magia son limitadas, tanto como que del cielo lo único que cae es la lluvia, parece un mensaje  negativo pero piénsalo... es liberador! Aceptar te permite entender que algunas cosas no podrás cambiarlas pero también te ayuda a ver lo que sí podrás cambiar.

Aceptar que las cosas son así te permite valorar cada momento y celebrarlo aunque no sea perfecto.  Sería cómo ser capaz de disfrutar de tu fiesta de cumpleaños aunque no hubiesen venido todos tus amigos o no te hubiesen regalado lo que tanto habías deseado. ¿Qué te parece? ¿Serías capaz? ¿Podrías valorar esos "algos" de la vida que a pesar de no ser espectaculares son los que ocurren cada días? A ver si cada día encuentras un pequeño "algo". 


Mi "algo" del martes. Y no, no había cierzo.

Se trata de aceptar que la vida no es cómo quieres, pero es tu responsabilidad quererla cómo es, sólo si la aceptas y la quieres, podrás cambiarla. 

Carmen

PD. Cómo veis sigo con mi propósito de escribir :) ¿A dónde me llevará? Externamente no sé, pero internamente lo tengo claro: a sentirme bien.

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