Motivos de consulta




¿Ir al psicólogo? 


Hay muchos motivos por los que una persona puede acabar yendo al psicólogo, pero antes de explicarlos quiero exponer mi visión de lo que creo que resumidamente puede ser el papel del psicólogo ya que he coincidido con muchas personas que a veces tienen dudas acerca de para qué servimos o en qué podemos ayudar.

Un psicólogo no va a decidir por ti, no va a sentir por ti, ni va a hacer por ti aquello que tienes que hacer tú,  el protagonista de tu historia eres tú. 


Un psicólogo... 


Sería aquel que si te hubieses perdido en el monte te recordaría dónde está  la senda por la que tienes que llegar a la cima.


Sería aquel que te recuerda que detrás de las nubes sigue existiendo el sol.


Sería aquel que te ayuda a ver con más claridad en qué consisten tus problemas y si algo de lo que haces los está manteniendo en el tiempo en lugar de solucionarlo.  



Te ayuda a aumentar tus posibilidades de elección gracias a técnicas específicas dirigidas a la acción, metáforas, analogías,  reflexiones y preguntas. 


La psicoterapia  ayuda a construir una nueva realidad, como si de repente la vida se abriera ante uno como la cola de un pavo real llena de exquisitos colores y vistosas plumas mostrándote toda su belleza y variedad.  





Algunas preguntas...



¿Cuándo ir al psicólogo es una buena opción?


Buscar ayuda de un profesional es algo que elige cada persona. En función de la época que estemos viviendo puede aparecer la sensación de no poder con todo, por ejemplo: algunos nos tropezamos con el control, otros con la necesidad de demostrar, otros con el miedo, otros con la angustia, etc.


En esos momentos podemos afrontar la situación con nuestros recursos y valorar si estamos consiguiendo nuestro objetivo, si no es así, la psicoterapia puede ayudarnos a conseguirlo. 

Para aquellos que son más escépticos, y que bajo mi punto de vista hacen bien en serlo: decirles que la psicoterapia no es magia  pero puede sorprenderte aquello que descubres y consigues de ti y de la vida.



¿La psicoterapia es un proceso largo y costoso?

La psicoterapia, a veces es un proceso largo y otras basta con la pregunta adecuada que te ayude a ver las cosas desde otro punto de vista y te lleve al cambio, a la acción. 


Se trata de asumir nuestra responsabilidad en lo que nos ocurre en la vida y dirigirnos al cambio. Me explico: A nadie se le ocurriría salir a la calle un día de temporal y lluvia sin abrigo sin esperar que nos resfriásemos o que cogiésemos frío ¿verdad? Tendríamos claro que somos responsables del constipado y que ahora lo que toca para curarnos es cuidado, quizás zumos de naranja y cierta paciencia. En el mundo interno, en los afectos, las emociones, los pensamientos...etc, también lo que hacemos tiene consecuencias y las acciones que emprendemos son determinantes tanto para mejorar como para empeorar. 

¿Qué frecuencia tienen las sesiones?

Las sesiones que realizo son presenciales aunque en algunos casos también realizo las mismas por skype o cualquier otra plataforma que permita vernos y hablar. La frecuencia suele ser semanal o quincenal y la duración  de 1 hora. 



¿Qué tipo de problemas pueden ser motivo de consulta?
Anoto algunos de  los motivos de consulta, si bien puede haber mucho de diferente tipo:

  • Problemas en el estado de ánimo: ansiedad, depresión, inseguridad, baja autoestima.
  • Fobias: agorafobia, pánico, fobia social, fobia a la conducción, etc.
  • Situaciones de pérdida:  pérdida del sentido de la vida, duelos, muerte de un ser querido, etc.
  • Problemas relacionales: dificultades de comunicación, problemas de autoestima, dificultades en el establecimiento de límites, timidez, etc.
  • Desórdenes alimenticios: anorexia, vomiting, bulimia, obesidad, etc.
  • Problemas de salud: enfermedades crónicas, psicosomáticas (relación cuerpo-emoción).
  • Traumas: abusos, malos tratos, acoso laboral o moobing, etc.
  • Problemas de pareja: dificultades de comunicación, crisis relacionales, dificultades sexuales, insatisfacción, etc.
  • Problemas en el trabajo: estrés laboral, miedo al fracaso, miedo a las decisiones, etc.
  • Cambios vitales de la vida: separaciones, rupturas, cambios, jubilación, nido vacío, crisis existenciales, menopausia, depresión post parto.
Una pista para valorar la necesidad de ayuda es la intensidad de los síntomas (es demasiado elevada o desproporcionada), o la frecuencia (mayor de la habitual) y perduran en el tiempo es conveniente visitar a un/a especialista .





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